11 abr 2007

AMA A TU PERRO... COMO ÉL TE AMA A TI...

EL DIARIO DE UN PERRO

Esta historia narra sobre lo que uno de esos perritos nos platicaría en realidad si pudieran hablar. Está dedicada a ellos, con el fin de sensibilizar a los humanos.


1ra SEMANA

Hoy cumplí una semana de nacido, que alegría siento de ver la luz, de haber llegado a este mundo tan maravilloso.

1er MES

Mi mamá me cuida muy bien, su leche es rica y nutritiva, me lame la cabeza en señal de cariño. Es una madre ejemplar.

2 MESES

Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta y angustiada sin saber a dónde me iban a llevar y con sus ojitos me miró tiernamente y me dijo adiós, esperando que mi nueva “familia humana” me cuidara y me brindara amor como ella lo había echo hasta ese día.

4 MESES

Estoy feliz en mi nueva familia humana, me brindan mucho cariño y atención. He crecido rápido; todo me llama la atención, quiero morderlo y probarlo todo. Hay varios niños en la casa que para mi son como mis “hermanitos”. Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo los muerdo jugando.

5 MESES

Hoy me regañaron, mi ama se molestó porque me hice pipí dentro de la casa; pero nunca me habían enseñado donde hacerlo, además, duermo en la habitación de ella y ya no me aguantaba más.

8 MESES

Soy un perro muy feliz, tengo el calor de un hogar, me siento seguro y protegido. Siento que mi familia humana me quiere mucho porque me lo demuestra acariciándome el lomo y la cabeza, me dan comida y agua y me tienen una camita para dormir dentro de la casa; cuando están comiendo me convidan un pedacito, el patio es para mi solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, me encanta esconder los huesos que me dan para otro día que tenga más hambre. Nunca me educan. Debe ser que está bien todo lo que hago.

12 MESES

Hoy cumplí un año, soy un perro adulto, mis amos dicen que crecí más de lo que ellos esperaban. Me siento feliz porque ellos se deben sentir muy orgullosos de mí. Aunque no entiendo porque entre más crezco menos me acarician y menos me quieren a su lado, cada vez paso más tiempo en el patio solito y yo con ganas de demostrarles mi cariño y recibir el de ellos.

13 MESES

Qué mal me sentí hoy. Mi hermanito me quitó la pelota y yo se la volví a quitar a él, pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes y lo lastime sin querer. Después del susto me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy muy ingrato. NO ENTIENDO NADA DE LO QUE PASA. Yo sólo quería recuperar mi pelota y jugar con mi hermanito.

15 MESES

Ya nada es igual… vivo en la azotea, me siento muy solo, ya nadie me acaricia, ni me convidan de su comida ni me demuestran cariño… siento que mi familia ya no me quiere, a veces se les olvida que tengo hambre y sed… lo más terrible es cuando llueve, pues me mojo porque no tengo un techo que me cobije.

16 MESES

Hoy me bajaron de la azotea, de seguro mi familia me perdonó y me van a volver a querer como yo los quiero a ellos; me puse tan contento que daba saltos de gusto y no paraba de menear mi colita. Además que me perdonaron, me van a llevar de paseo. Nos fuimos en el carro, yo iba feliz mirando por la ventana y sintiendo el viento en mi nariz. De repente se detuvieron, abrieron la puerta y yo me baje de primero muy contento porque me encantan los paseos al campo, donde puedo jugar, correr, comer y revolcarme en la grama. Pero no comprendo porque ellos no se bajaron y en cambio cerraron la puerta y se fueron. Seguro este no era el lugar. “Oigan esperen!, ladre fuerte para que me escucharan, se olvidan de mi, espérenme, corrí detrás del carro con todas mis fuerzas pero no los pude alcanzar… oigan amos, paren, me quiero ir con ustedes al lugar donde ustedes van de día de campo”… Mi angustia crecía al verme en lugar desconocido y ellos cada vez más lejos de mi, aunque lo intente con todas mis fuerzas no logré alcanzarlos… Seguro que sin querer se olvidaron de mi… pero yo voy a encontrar el camino de regreso a mi casa, donde seguramente ellos me van a estar esperando…

17 MESES

He tratado en vano de encontrar el camino de regreso a mi casa… Estoy perdido… No encuentro a mi familia, seguro ellos también me deben estar buscando… Aquí hay gente muy rara una me patea y me echa agua cuando les pido un bocadito de comida, otras personas me ven con tristeza y me dan algo de comer… ya no tengo una camita para dormir, ni hermanitos para jugar, ni caricias, ni agua, ni comida, hace mucho frío y aunque veo otros perros por ahí divagando como yo, me siento muy solo, extraño con todo mi corazón a mi familia… Me gustaría que alguna de esas personas que pasa por aquí me adoptara y le sería leal y fiel como ninguno. Pero sólo dicen pobre perrito se ha de haber perdido.

18 MESES

Vivir en la calle es muy duro y cruel… preferiría estar con mi familia aunque fuera en la azotea… El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños como mis hermanitos, me acerqué para jugar con ellos y me convidaran de su comida, pues tenía mucha hambre, pero ellos riéndose de mi aspecto me lanzaron piedras y una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces no puedo ver por él.

19 MESES

Mi aspecto ha cambiado demasiado, estoy muy flaco, sucio y el pelo me ha crecido sin control, la gente antes cuando era más bonito se compadecía más de mi… ahora flaco y sin un ojito, me echan a escobazos cuando pido comida o pretendo descansar en alguna sombrita cerca de alguna casa.

20 MESES

Casi no puedo moverme, hoy al tratar de cruzar la calle un carro me atropelló… el conductor al parecer no se dio cuenta pues no se bajó a auxiliarme, me dislocó la cadera y no siento ni puedo mover mis patas traseras, me duele mucho, ya no puedo ir a buscar mi comidita, tengo mucha sed, nadie me ayuda… “¡por favor alguien que me ayude!”… como pude me arrastre hasta la ladera del camino para ver si ahí alguien me veía y me ayudaba…

Llevo diez días bajo el sol, la lluvia, el frío y no he comido nada. Ya no me puedo mover. Me siento muy mal, quisiera que mi familia me cuidara para aliviarme y poder jugar… quedé en un lugar muy húmedo y hasta mi pelo se está cayendo… alguna personas sienten fastidio de mi y me escupen… otras dicen pobrecito pero no me ayudan…

Ya casi estoy inconciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar, “pobre perrito, mira como te han dejado”, decía… Junto a ella venía un señor de bata blanca, que empezó a tocarme por todas partes y dijo: “lo siento señora, pero este perro ya no tiene cura, es mejor que deje de sufrir”… Estaba feliz porque por fin llegó alguien que me iba a ayudar, a la señora se le salieron las lágrimas y asintió con la cabeza, yo saqué fuerzas de donde no las tenía y como pude moví la cola en gesto de agradecimiento por su ayuda… De pronto sentí un pinchazo y mis fuerzas se desvanecieron, mis ojos se cerraron para siempre… No entiendo por qué nadie me quería si yo no le hacía mal a nadie, sólo quería tener una familia que me quisiera como yo a ella.


LA SOLUCIÓN NO ES ABANDONAR UN PERRO A LA SUERTE EN LA CALLE… POR FAVOR EDÚCALO Y ESTERILÍZALO SI NO QUIERES QUE SE MULTIPLIQUEN… PERO NO LO ABANDONES… ÉL NUNCA LO HARÍA PORQUE TE AMA…