SALMO N° 7 (Sagrada Biblia)
DEPRECACIÓN DEL CALUMNIADO
Mi Dios, a ti me acojo, sálvame de cuantos me persiguen, líbrame. No sea que como león desgarre alguno mi alma, la arrebate y no haya quien la libre.
Mi Dios, si hice yo esto, si hay injusticia en mis manos, si pagué con mal al que estaba en paz conmigo, si aún al enemigo le despojé sin razón. Persiga el enemigo mi alma, alcáncela y échela por tierra.
Mi Dios tu eres el dueño de la verdad y quien conoce las intenciones de los corazones. Alzate en tu ira, yérguete contra la rabia de mis enemigos y despierta en mi favor, pues has decretado el juicio.
Es Dios quien juzga a los pueblos. Defiende Dios mi causa, según la justicia que ves en mi.
Acabe de una vez la malicia del impío y confirma al justo, tú que escudriñas los corazones y los riñones, Dios justo.
MI ESCUDO ES DIOS... QUE SALVA A LOS RECTOS DE CORAZÓN.
Yo alabaré a Dios por su justicia y cantaré el nombre del Señor.
Amén.
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